¿Qué pasa si no se cambia el líquido de frenos?
El líquido de frenos está sometido a altísimas temperaturas generadas por las pastillas de frenos. Esto hace que con el tiempo la composición vaya perdiendo propiedades. Además, puesto que lleva agua, si llega al punto de ebullición se va evaporando.
Si no se hace un cambio de líquido de frenos cuando es necesario, la temperatura de ebullición de éste va bajando y hay más riesgo de que se creen burbujas en el circuito. Esto provoca una frenada ineficiente y puede llegar a ser peligroso.
¿Cómo saber si tengo que cambiar el líquido de frenos?
Ahora que ya sabes la importancia que tiene el mantenimiento del líquido de frenos, vamos a ver cuándo tienes que cambiarlo.
El líquido de frenos es recomendable cambiarlo cada 2 años, aunque este tiempo puede variar en función del uso que le des al coche.
Además, si vives en una zona de clima húmedo o costera tendrás que cambiarlo con mayor frecuencia puesto que el líquido de frenos es higroscópico. Esto significa que atrae la humedad.
Ten en cuenta que el líquido de frenos está en contacto con piezas metálicas, y que si hay un exceso de agua en el circuito podrían oxidarse las piezas. Algo que no vas a querer que pase de ninguna de las maneras.
También dependerá del tipo de líquido de frenos que lleve.
Por todo ello es tan importante revisarlo periódicamente en el taller y hacer caso a lo que especifique el fabricante del coche.
Ante la mínima duda, ruido o si notas que el freno está más duro o blando de lo normal, acude de manera urgente al taller más próximo.